viernes, 28 de diciembre de 2012

Martes literario - Diciembre 2012




Antonio de Miguel nos presentó sus dos últimas novelas. Le acompañaron en la mesa  Pepe Alfaro y Merche Sanpedro.



MEMORIA DE AQUELLO QUE TRAJO ESTO

Antonio de Miguel es de esos novelistas reconocibles por su estilo narrativo y por la profundidad con que describe el cuerpo y alma de los personajes; pero de difícil identificación por sus tramas. Y es que, lejos de transitar lugares mas o menos comunes, busca siempre nuevos territorios y diferentes situaciones donde ubicar sus argumentos y sus personajes.
En esta nueva obra hay un recorrido generacional desde la década de los anos veinte del pasado siglo hasta finales de los ochenta.
El protagonista narra la acción en primera persona. Su vinculación. por cercanía y negocio paterno a la casa cuartel de Burgos, le hace ser testigo preferente de la vida de toda la comunidad que allí convive. con todo lo especial que supone la vida dentro de una casa cuartel de tantas familias.
            Uno a uno va desgranando personajes con los que comparte juegos, pillerías y, sobre todo, el despertar de la sexualidad. vista con frescura y sin cortapisas, desde los ojos de la infancia y de la pubertad.
La mayoría de esos personajes seguirá la carrera militar de sus progenitores y, aunque la vida de Cristóbal discurrirá por otros derroteros, algunas de aquellas amistades seguirán siéndolo toda la vida. De modo que todas las circunstancias de su vida personal llevarán paralelamente las circunstancias vitales de aquellos tempranos amigos.
Pero como la vida de cada persona no puede estar al margen de la vida social en que esta inserta. nos encontraremos asimismo con el retrato de una sociedad de su tempo. vivida tanto desde su punto de vista personal con responsabilidad en los Altos Hornos de Bilbao, como desde las duras vivencias militares de sus amigos y familiares, marcadas por el terrorismo.
Los personajes, con sus virtudes y sus miserias, quedaran retratados con una fidelidad milimétrica. Sus conflictos son los conflictos comunes de cualquiera. Pero el autor siempre profundiza en el tema de las relaciones humanas, sobre todo en las mas intimas, intentando romper, sin hipocresías. el espejo en el que el mundo nos mira y hurgando en esos "otros yo", tan diferentes del que solemos aparentar.
Una novela tierna pero descarnada, que nos recordara ciertos reconocibles tiempos recientes, pero desde un punto de vista inusual. Y, sobre todo. con un lenguaje directo. sin medias tintas ni tabús, lo que hace mas creíble la narración. embebiéndonos en una realidad, por mas que el autor se obstine en afirmar que, salvo los hechos históricos donde se enmarca, todo es ficción.




REQUIEM POR UN INOCENTE
Una anécdota, tan truculenta como casual, será el desencadenante de esta nueva entrega que nos Ilega de la prolífica pluma de Antonio De Miguel.
En tomo a esta anécdota se ira desenredando una complicada madeja, con historias paralelas, que pueden parecer digresiones pero que, de una u otra manera, no se separan de la columna que vertebra Ia acción principal.
La novela se desarrolla en el distrito madrileño de Vicálvaro y, en cierto modo, constituye un homenaje a la gran labor social que el jesuita Padre Llanos desarrolló en el barrio desfavorecido del Pozo del tío Raimundo e inmediaciones.
El juez Marcuello, encargado de investigar la extraña muerte del inocente que reza el titulo, se encontrara con una complicada trama hasta dar con la solución. Una trama propia de la novela negra y policíaca, con todos los componentes típicos de mafias y drogas que mueven la economía ilegal y que compran todo tipo de conciencias, aunque algunos, como suele suceder, se vean involucrados sin tener nada que ver en el asunto.
El autor mantiene su gusto por presentar un narrador omnisciente, más si cabe en esta novela, a lo largo de la cual buscara la complicidad de sus posibles lectores, como queriéndoles hacer participes del argumento.
También De Miguel hace pedagogía de la creación, como si bastase una serie de personajes para componer una obra literaria, y que todo es cuestión de barajarlos al azar, algo que nos recuerda la Morfología del cuento de Wladimir Prop. Tras la presentación de los diferentes personajes iniciales con que arranca la novela, y tras hacer un recuento de los mismos, se dirige a "su lector" (entiéndase, un lector universal que podemos ser cada uno de nosotros) del que, incluso obtiene respuestas.
Queda felicitar una vez mas a Antonio De Miguel por su personal manera de crear historias, por su fluidez narrativa que cautiva y atrapa, y por su pasión por la escritura, siempre dispuesto a acercarse, tanto desde dentro como desde fuera de la obra, a sus lectores. Para enriquecernos. Para enriquecerse.





jueves, 20 de diciembre de 2012

Homenaje a la boina y la elástica - 2012


                  Tuvo lugar en la Plaza de San Jaime, de Tudela, el pregón del Homenaje a la Boina y la Elástica con la colaboración del Grupo Literario Traslapuente. El pregonero fue Fermín Aguado. Estuvo acompañado por Pepe Alfaro y numerosos miembros de las sociedades gastronómicas. Muchos de ellos lucían la boina y la elástica, homenajeados en este acto.




PREGÓN BOINA Y ELÁSTICA 2012


Los poetas del campo de esta tierra,
ataviados con boina y con elástica,
vistieron con sus versos nuestra historia.

Con ellas se abrigó la sencillez
y simpatía de los tudelanos,
porque, en honor a la verdad, la lana
con que se teje la primorosa elástica,
contiene sentimientos y virtudes,
y esto hace más humana a una ciudad.

No dejaré tampoco atrás la boina,
ya que guarda y protege pensamientos:
los que nuestros mayores nos legaron
y aquellos que en la actualidad sumamos.

Reconozcamos, pues, amigos todos,
que estas prendas, jamás serán vulgares
porque llevan cultura y poesía.

Pido a Tudela, que vuelva a revestirse
con su elástica y boina para siempre
recuperando así nuestro pasado.

¡Cubríos con la boina valedora!
¡Abrochad con orgullo vuestra elástica!
¡Que las llevemos siempre con orgullo
por las calles y campos de Tudela!



domingo, 2 de diciembre de 2012

Cuento de Navidad (2012)



       

     Querella

--A ver, que yo me entere, lo que quieres es denunciar al ayuntamiento.
--No, al ayuntamiento no.
--Bueno, es lo mismo, a la comisión de la cabalgata de reyes.
--Que no, que no, que no...
            Es decir, que no, que lo que don Higinio Roca quiere es denunciar al rey Melchor. Así, para qué andarse por las ramas, ya se lo ha repetido cien veces.
--Pero, hombre de dios, a quién se le ocurre.
--A mí.
            Sí señor, a don Higinio Roca, a él se le ha ocurrido. A él solito, sin ayuda de nadie.
            Es don Higinio un cliente habitual del bufete. Un buen cliente. Pero es más que eso, mucho más. Es un amigo. De toda la vida. Amigo de toda la vida de don Armando, el socio principal del despacho. De modo que es él quien le atiende con paciencia casi infinita y una inquietud creciente que no consigue concretar. Porque la intención de su cliente y amigo se le antoja un desvarío atroz. Denunciar al Rey Melchor. Van a salir en los papeles, seguro. Van a ser la comidilla.
            Le ha escuchado su relato con aprensión. A don Higinio Roca, mientras presenciaba la cabalgata de reyes con sus nietos, le alcanzó una andanada de caramelos. Aún se le nota el chichón, ahí, justo en la frente. Y las gafas rotas. Lo peor es que no hay quien le quite de la cabeza que nada fue fortuito, que intención hubo. “Tendrías que haber visto cómo me miró”. “Quién”. “Quién va a ser, el rey Melchor”. De nada sirve que se le recuerde que él, como todos, gritaba “aquí, aquí” levantando los brazos.
--Y tú cómo lo sabes.
--Higinio, que siempre lo haces, como todo el mundo.
            Bueno, pues a él le da igual, él lo que quiere es empapelar al rey Melchor.
            Don Armando, socio fundador del bufete y persona cabal, consigue finalmente aplacar el instinto vengador de su amigo con la promesa de estudiar el caso, sopesar las posibilidades que le brinda la jurisprudencia y, si es oportuno (lo será, lo será, pronostica don Higinio), interponer ante los tribunales competentes la correspondiente denuncia. 

            Pero don Armando sabe ya que no va a ser el caso. Que no puede ser. Mejor, que no debe. Y eso a pesar de que don Higinio tiene razón, un poquito de razón, no toda. Que sí, que don Armando sabe que hubo algo de intención, no mucha, de cascarle el caramelazo. Sin hacer daño, entendámonos, sin hacer mucho daño. Las gafas se rompieron al caer, de eso él no tiene la culpa. Nada, eso se arreglaba con cuatro perras. Lo del chichón, lo del chichón, piensa riendo para sus adentros, eso sí que no tiene precio. Porque, para qué nos vamos a engañar, la intención fue esa, sin querer hacer sangre, desde luego, eso no. Pero... Nadie mejor que él para saberlo. Anda que no gozó detrás de las barbas.
     Manuel Arriazu